Now Reading
The Lima Ecosocialist Declaration / Declaración Ecosocialista de Lima

The Lima Ecosocialist Declaration / Declaración Ecosocialista de Lima

Flower coming out of the fire

Declaration of the Ecosocialist International Network before COP20 in Lima, Peru (December 2015)

Our lives are worth more than their profits!

The imminent climate crisis that we confront today is a grave threat to the preservation of life on the planet. Many academic and political works have confirmed the fragility of life on earth to temperature change. Only a few degrees can cause – and are causing – an ecological catastrophe of incalculable consequences. Now we are experiencing the deadly effects of this situation. The melting ice, the contamination of the atmosphere, rising sea levels, desertification, and the increasing intensity of the weather, are all proof.

It is now fundamental to ask ourselves who and what is causing the climate to change like this. We urgently need to unmask all the abstract answers, which attempt to blame all of humanity. These abstract answers disconnect the current situation from the historical dynamics which have emerged from fossil fuel (coal, oil gas)-based industrialization, which causes global warming, and the logic of capitalism, which is sustained by the private appropriation of wealth, and the conquest of profit. Profit at the cost of social exploitation and ecological devastation: these are two faces of the same system, which is the culprit of climate catastrophe.

In this panorama, the Conference of the Parties (COP), organized by diverse governments and funded by large corporations, confirms the responsibility of capitalism for the the climate crisis, by putting on empty events without any effective resolutions capable of solving the problem. In fact, we are moving backwards, a retreat expressed in the ridiculous “green funds” which openly profit from pollution. Sadly, this dynamic is deepened through the attitudes sustained by multiple governments – facilitating pollution and putting the profits of corporations above the wellbeing of people. This can be seen most strongly in the countries of the South, and thus it is fundamental to comprehend that the dynamics of this system tend to dump the global ecological crisis upon the shoulders of the oppressed and exploited of the earth.

It is vital to emphasize the importance of the diverse social and ecological struggles all over the world, which propose to stop climate change and the ecological crisis through the logic of solidarity. It is important to note that many of these processes are launched and led by women. Without a doubt, the Latin American scenario today exemplifies the mix of resistance, self-management and processes of transformation, based on projects which can unite new proposals with ancestral cosmovisions. One example can be found in the brave struggles of the indigenous peoples and campesinos of Peru, in particular their resistance to the Conga mega-mining project. It is also useful to focus our attention on the experience of the Yasuni Park, which was the initiative of indigenous and ecological movements – to protect a large region of Amazon rain forest from oil drilling, in exchange for payments from rich nations to the people of Ecuador. The government of Rafael Correa accepted the proposal for several years, but recently decided to open the park to multinational oil corporations, provoking important protests. Another case can be found in the development projects which the Brazilian government is attempting to carry out, which threaten a large part of Amazonia with destruction.

From this perspective, there is very little to hope for at COP20 this December in Lima, Peru. If there is any escape from climate change and the global ecological crisis, it will emerge from the power of struggle and the organization of the oppressed and exploited peoples of the world, with the understanding that the struggle for a world without ecological devastation must connect to the struggle for a society without oppression or exploitation. This change must begin now, bringing together unique struggles, daily efforts, processes of self-management, and reforms to slow the crisis, with a vision centered on a change of civilization; a new society in harmony with nature. This is the central proposal of ecosocialism, an alternative to our current ecological catastrophe.

Let’s change the system, not the climate!

[English translation by Quincy Saul]

 


Declaración de la Red Ecosocialista Internacional frente a la COP 20 en Lima Perú (deciembre-2015)

¡Nuestras vidas valen más que sus ganancias!

La inminente crisis climática que enfrentamos en la actualidad amenaza gravemente la preservación de la vida en el planeta. Diversos trabajos académicos y políticos han confirmado la fragilidad térmica de la vida en el planeta, unos cuantos grados pueden ocasionar-y están ocasionando- una catástrofe ecológica de incalculables consecuencias. Actualmente experimentamos graves efectos de esta situación. El deshielo, la contaminación de la atmosfera, la elevación en el nivel del mar, la desertificación y la creciente intensidad en fenómenos meteorológicos son prueba de ello.

Desde este punto resulta fundamental preguntarnos quién o qué ocasiona que el cambio climático siga su curso. Para nosotros existe una necesidad urgente: desenmascarar las respuestas abstractas que intentan culpabilizar al ser humano genéricamente. Desligando así la situación actual de la dinámica histórica que emergió con la industrialización, basada en energías fósiles (carbón, petróleo, gas) que propician el calentamiento global, y de la lógica del capitalismo sustentada en la apropiación privada de la riqueza, en la conquista de la ganancia a costa de explotación social y devastación ecológica: dos caras de un mismo sistema que es responsable del desastre climático.

Frente a este panorama las Conferencias de las Partes (COP), organizadas por diversos estados y auspiciadas por grandes empresas confirman la responsabilidad del capitalismo ante la crisis climática, llevando adelante eventos vacíos sin resoluciones efectivas capaces de solucionar el problema. Incluso es posible verificar un retroceso expresado en los ridículos “bonos verdes” que lucran abiertamente con la contaminación. Una dinámica que lamentablemente se profundiza mediante la actitud que múltiples gobiernos sostienen, facilitando la contaminación y colocando por encima del bienestar de las personas las ganancias de las grandes empresas. Eso puede admirarse con mayor contundencia en los países del Sur, pues resulta fundamental comprender que la dinámica del sistema tiende a descargar la crisis ecológica global sobre los hombros de los oprimidos y explotados del mundo.

Es vital destacar la importancia de diversas luchas socio-ambientales que en todo el mundo se han propuesto frenar el cambio climático y la crisis ecológica desde la lógica de la solidaridad. Vale la pena agregar que muchos de estos procesos son impulsados y dirigidos por mujeres. Sin duda, América Latina es un escenario ejemplar que mezcla resistencia, autogestión y procesos de transformación fundamentados en proyectos capaces de ligar nuevos planteamientos con cosmovisiones ancestrales. Un ejemplo puede encontrarse en las valiosas luchas de los indígenas y campesinos del Perú y, de manera particular, en la resistencia emprendida en contra del proyecto de mega minería Conga. En este mismo sentido es útil poner atención a la experiencia del Parque Yasuni que fue una iniciativa de los movimientos indígenas y ecológicos para no explotar el petróleo en una amplia región de bosques amazónicos, a cambio de una indemnización de los países ricos al pueblo de Ecuador. El gobierno de Rafael Correa asumió la propuesta por varios años, pero recientemente decidió abrir el Parque a las multinacionales petroleras, ocasionando importantes protestas. Otro caso puede encontrarse en los proyectos que actualmente pretende implementar el gobierno brasileño y que implicarían la destrucción de buena parte de la amazonia.

Desde esta perspectiva hay muy poço que esperar de la COP 20 que se realizará en el mes de diciembre en la ciudad de Lima en Perú. Si existe una salida definitiva al cambio climático y a la crisis ecológica global ésta deberá emerger desde los esfuerzos de lucha y organización de los oprimidos y explotados del mundo, comprendiendo que la lucha por un mundo sin devastación ecológica debe conectarse con la lucha por una sociedad sin opresión ni explotación. Un cambio que debe emprenderse desde ahora ligando las luchas particulares, los esfuerzos cotidianos, los procesos de autogestión y los intentos de reforma para frenar la crisis con una mirada centrada en un cambio de civilización capaz de conquistar una nueva sociedad en armonía con la naturaleza. En ello reposa el planteamiento central del proyecto ecosocialista como alternativa a la catástrofe ecológica actual.

Cambiemos el sistema, no el clima !